28 junio 1978
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Santillana del Mar, Ilustración G. Guinea |
Una política de atención hacia nuestro Patrimonio artístico y paisajístico provincial, parece que va teniendo resultados y es de esperar que con nuevas incidencias podamos llegar a defender, cada vez con más insistencia y éxito, aquellos valores perecibles, que, sin una preocupación decidida serían arrasados por las distintas fuerzas que sobre ellos actúan. Recientemente se han declarado monumentos histórico artísticos nuestros monumentos románicos de los que sólo estaban protegidos, por declaración, los de Yermo, Santillana, Castañeda, Cervatos, Silió y San Martín de Elines. Con la oficialidad de defensa para Villasevil y Bareyo se establece el síntoma de que cualquier edificio románico, aunque su tamaño sea pequeño, merece la defensa de la sociedad y del país. Creo que se debe de terminar ya con esa norma hasta ahora mantenida de declarar monumentos sólo a lo que ocupaban por sus dimensiones más lugar en el espacio. Esto nos servirá para llegar a defender en un próximo futuro iglesias o ermitas como San Miguel de Olea –que tanto lo necesita- San Juan de Raicedo, Villanueva de la Nía, Las Henestrosas, etc., que hasta ahora se las venía considerando como los parientes pobres.
Igualmente, al declararse monumento arqueológico nacional a las cuevas de Las Monedas y Chimeneas, de Puente Viesgo, se establece también la vía para declarar todas nuestras cuevas prehistóricas con arte o con yacimiento notable. Así, ya no existe razón para que no se intenten defender las de Ramales, Hornos de la Peña, cuevas del Nansa, Cuco en Castro Urdiales, etc., etc., pues de cuevas de este tipo no es Santander escaso.
Últimamente, según declaró no hace muchos días el Delegado Provincial de Cultura, la Comisión de defensa de nuestro Patrimonio Artístico había decidido, en su última Junta, incoar expediente de declaración de paisajes pintorescos a determinados núcleos de belleza natural de la provincia que están empezando a sufrir los ataques del mal gusto o los del descontrol en las edificaciones. Así en un próximo futuro se encontrarán plenamente defendidos los valles del Pas, las hoces de la Hermida, el bello rincón de Riaño, en Campoo de Suso, el valle del Asón, y otros varios, incluida la costa, que ésta sí que recibe de vez en cuando zarpazos desconsiderados a su belleza natural.
Esta política de defensa del monumento valioso –histórico y artístico- y del paisaje, que es también un monumento estético capaz de morir a manos de la falta de sensibilidad del hombre, deberá de ser complementada con la declaración de protección de las casas solariegas más destacadas que son, yo creo, la mejor y más interesante representación de nuestra arquitectura popular y de nuestra historia.
No dejemos, de todas maneras, a la única responsabilidad de las autoridades, la política de nuestra defensa del patrimonio. Cada individuo, en su pueblo, en su valle, puede hacer más incluso que lo oficial, recomendando, instruyendo a sus vecinos, denunciando casos flagrantes y vergonzosos. La provincia es de todos; los recursos y las nostalgias, también. Luchemos porque nadie nos arranque los asideros a nuestra historia, ni destroce las perspectivas y el atractivo de nuestro paisaje. Por una vez, hagámonos solidarios en la defensa de aquello que, aunque no nos afecte personalmente, significa el testimonio de las bases sociales y culturales que conforman nuestro carácter y temperamento como pueblo(112).
(112) Nota actual: Este avance de declaraciones de monumentos, que comenzó en este año de 1978, se fue ampliando en años sucesivos por la Consejería de Cultura del Gobierno de la provincia, y, creo que no quedará, a estas alturas del 2010, ni un solo bien patrimonial que no esté protegido por la ley. Pero, como siempre, lo necesario es que las leyes se cumplan, y no se busquen patrañas para, oficialmente, eludirlas, caso bien reciente, el de la instalación de un aerogenerador en Celada Marlantes, en el que la Consejería de Cultura, presionada por la de Industria, dio marcha atrás, corrigiendo su desautorización, que había sido perfectamente razonada.
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