Preparando el centenario de las pinturas de Altamira

15 Septiembre 1976

Ilustración G. Guinea
  El Patronato de las Cuevas Prehistóricas de Santander, dependiente de la Dirección General del Patrimonio Artístico y Cultural, acaba de publicar un grueso volumen en homenaje al descubridor de las pinturas de Altamira, Marcelino S. de Sautuola, y primero de otros que irán viniendo hasta 1979, año en que se cumple el centenario de este descubrimiento. Este primer volumen, que lleva el título de SAUTUOLA I, ha sido compuesto con las aportaciones que a este homenaje han enviado distintos prehistoriadores de toda España, y muy particularmente con los trabajos de varios miembros del Seminario Sautuola del Museo de Prehistoria y Arqueología de nuestra Diputación. Ya era hora, ciertamente, que alguien se acordase de rendir el debido recuerdo de admiración y gratitud, al insigne estudioso montañés del pasado siglo que, contra un mundo opuesto a sus criterios, fue el primero que mantuvo la seguridad del carácter prehistórico de las pinturas altamirenses.

  La cubierta del volumen lleva a gran tamaño el busto de Don Marcelino, con sus abundantes y pobladas patillas, su frente despejada y una mirada firme en sus ojos, llenos de inteligencia y voluntad. El libro llegará a todos los centros científicos del mundo que revivirán así el acontecimiento que en 1880, y gracias a la publicación de Sautuola, conmovió el interés de los sabios y especialistas de la época, y que tuvo la virtud de ahondar en el concepto humano, artístico, filosófico y técnico de la vida de nuestros más viejos antepasados.

  Entre las aportaciones más destacadas de este volumen señalaremos el trabajo de los profesores Barandiarán y Utrilla sobre el Magdaleniense de Ermitia (Guipúzcoa). El Profesor Barandiarán, catedrático de Prehistoria, realiza una detallada estructuración de los materiales de esta cueva, habitada precisamente en la época en que el hombre prehistórico de Altamira realizaba sus famosas pinturas. Otros estudios interesantes son los de Regino Rincón, miembro del Seminario Sautuola, sobre grabados prehistóricos aparecidos en la cueva de La Lastrilla (Castro Urdiales); el de Ana Cava, sobre los niveles postazilienses de Santimamiñe, y el de José Antonio San Miguel sobre nuevos abrigos de pintura levantina en Nerpio (Albacete). De interés también por el material inédito que recoge es el trabajo de Norberto Cabrillo y Pedro Jesús García Rodríguez sobre los resultados que proporcionó la expedición al Sahara realizada por el Museo de Prehistoria de Santander en el año 1969. Se estudian conjuntos tan importantes como los de Smara, Fet Sacuna y Uad Sluguiat, con centenares de figuras de animales actualmente no saharianos, como el elefante, rinoceronte, grandes bóvidos, etc.

  El Profesor de la Universidad de Valladolid, José Antonio Abásolo, en colaboración con Ángel García Soto, miembro del Seminario, hacen un breve estudio sobre la cultura dolménica de la Sierra de Burgos.

  De la Edad del Bronce, Felipe Ruiz Fernández, miembro también del Seminario, publica un destacado yacimiento del vaso campaniforme, en Juncos (Toledo). Miguel Ángel de Blaz y Germán Delibes estudian, respectivamente, un depósito del bronce final en Pruneda (Asturias), y unas piezas de la misma época procedentes de Saldaña. Sobre materiales de la Edad del Hierro publican trabajos, M. Valentina Calleja, Ricardo Martín Valls, profesor de la Universidad de Valladolid y Lázaro de Castro. El Profesor y catedrático de Arqueología de la misma Universidad, Alberto Balil, dedica un reducido trabajo al arte helenístico de la España Oriental, y traduce un interesante estudio del profesor italiano Bianchi Bandinelli, sobre “Arte plebeyo”. Javier Cortes, descubridor y propietario del espléndido mosaico de Pedrosa de la Vega (Palencia), contribuye con el análisis de algunas piezas romanas halladas en Saldaña, y la Profesora Mezquiriz, directora del Museo de Pamplona, con un estudio de terra sigillata del Museo de Santander.

  Finalmente, son muy ricos de noticias los estudios sobre epigrafía romana de Abásolo, Iglesias y Raúl Vega de la Torre, éste último componiendo un verdadero catálogo de todas las estelas que se conservan en el museo santanderino. También la arqueología medieval, tan poco tratada hasta ahora, tiene aportaciones de Rincón, sobre cerámica en Castrogeriz, y de Rosa Penagos y Elena de Diego sobre el tesorillo de monedas halladas en Ramales en 1964. Un trabajo etnográfico de Valentín Lledias y otro de García Soto cierran el volumen de 325 páginas.

  Un buen comienzo de homenaje colectivo a Sautuola, que habrá sin duda de tener su culminación en 1979, con una serie de actos en su memoria. Honrar el valer es siempre una empresa noble y agradecida(57).

(57) Nota actual: la revista Sautuola ha llegado “viva” hasta hoy día, como publicación realizada por el Instituto de Arte y Arqueología Sautuola. Tuvo algunos “islotes” hacia los años 80-90, pero ha conseguido llegar al número XVII, en el año 2011.

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