Palencia y su Institución Tello Téllez de Meneses

                                                                                                                                         21 marzo 1975


   Decíamos en el “introito”, informando a los oyentes de la creación de una “Varia cultural”, que el campo de acción en este aspecto habría de superar lo estrictamente santanderino, y así es en este caso. Hoy nos vamos a referir a un acontecimiento de sumo interés que acaba de tener lugar en nuestra vecina y hermana provincia de Palencia. El sábado pasado, día 15, la Institución Cultural Tello Téllez de Meneses, dependiente de la Diputación palentina, celebró el XXV aniversario de su fundación. Y lo celebró por todo lo alto, queriendo así dejar patente la importancia que los estudios regionales van adquiriendo en el panorama educativo e investigador de la nación. Y para testimoniar que el gobierno alienta y protege esta labor encomendada a las diferentes Diputaciones de España, nada menos que el propio Vicepresidente 1º del Gobierno y Ministro de la Gobernación, Sr. García Hernández, estuvo presente en los distintos actos organizados. Con él acudieron también el Director General del Patrimonio Artístico y Cultural, Sr. Alonso Baquer; el Subsecretario de Turismo, Sr. López Henares y otras personalidades.

   La Institución Tello Téllez de Meneses está adscrita al Patronato José Mª Cuadrado, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y lleva, desde su fundación, trabajando con ahínco en la historia, el arte, el folklore y otros muchos aspectos del acerbo cultural palentino. La memoria leída por D. Jesús San Martín Payo, miembro de la Institución, fue un claro exponente de toda la ingente labor realizada a lo largo de sus 25 años de vida.

   Los actos revistieron destacada solemnidad y a ellos acudieron, aparte de las autoridades señaladas, numerosa representación de todas las Instituciones Culturales de España, celebrándose el domingo, día 16, una atrayente excursión a lo largo de los principales monumentos románicos de la provincia, con la visita a las iglesias de Carrión de los Condes, Frómista, Villalcazar de Sirga y Aguilar de Campoo.

   Los dos días de convivencia entre los representantes de las Instituciones Culturales provinciales han sido de lo más fructífero en resultados, no sólo científicos, sino humanos. La Diputación palentina, dirigida por su Presidente, D. Ángel Casas Carnicero, ha demostrado una preocupación decidida por dar a los estudios palentinos un alcance cada vez más amplio y una consideración no secundaria, sino primordial, en todo lo que representa inquietud cultural y científica. Las ediciones de trabajos arqueológicos, libros de arte o de historia, protección y adecentamiento de museos, actos culturales, etc., ha sido bien reconocida en la intervención del Presidente, que sólo podemos alabar y agradecer. La Secretaria de la Institución, Dª Valentina Calleja González, ha demostrado también a la perfección sus dotes de trabajo y organización.

   Pero lo que de todo ello queremos resaltar son las medidas y sin embargo explícitas palabras de nuestro 1º Vicepresidente del Gobierno. El Sr. García Hernández, ante buen número de presidentes de las diputaciones españolas, recalcó el valor de estos núcleos de investigadores regionales que con su desinteresado trabajo van contribuyendo de forma fundamental a la cultura española. Y aún más, concretó que este ejercicio de velar y proteger los estudios locales debía de considerarse por parte de las Diputaciones en la misma línea de importancia de cualquier otro de sus obligados servicios.

   Estas frases, o semejantes, en las que se emplaza a las Diputaciones para que velen, protejan, favorezcan y ayuden las investigaciones humanísticas o científicas de sus provincias, no como una concesión –diremos nosotros- sino como una obligación inherente a sus fines, fueron igualmente pronunciadas por el Ministro de Educación y Ciencia, Sr. Martínez Esteruelas, en la entrevista que tuvo con los presidentes de las Diputaciones de España como consecuencia de la reunión anual del Patronato José Mª Cuadrado del Consejo Superior de Investigaciones Científicas el pasado mes de Febrero.

   Las instituciones de cultura local tienen vieja historia. Casi todas tuvieron un auge notable con motivo, después de la guerra, de incorporarse al alto patrocinio del Consejo de Investigaciones. Pero en la vida de ellas hubo muchas diferencias. Algunas, como la Institución Fernando el Católico, de Zaragoza, o la Príncipe de Viana, de Pamplona, fueron altamente protegidas por sus correspondientes Diputaciones que, anualmente, gastaban varios millones en su promoción, consiguiendo así un nivel muy importante de trabajo. Otras, menos agraciadas, tuvieron que conformarse con ir subsistiendo a duras penas, viendo disminuir incomprensiblemente sus presupuestos.

   Bien está, pues, que ahora, desde las altas esferas, se trate de aconsejar a las únicas que pueden de verdad sostenerlas, las Diputaciones, se tomen muy en serio estos centros de cultura local, volcando sus ciertas posibilidades en su desarrollo y utilidad.

   Yo creo que la cultura no está ya para limosnas, sino que, consciente de la trascendencia en la educación de los pueblos, exige lo que le corresponde y lo que el Gobierno una y otra vez recomienda. Así quedó bien claro en el XXV aniversario de la Institución Cultural Tello Téllez que tan sólo hace unos días acaba de celebrar la Diputación palentina (2).
(2) Nota actual: Aunque, por prudencia y sensatez, callé que en estas sesiones palentinas, nuestra Institución Cultural de Cantabria fue alabada y felicitada por su actividad y diligencia, por la publicación de más de 60 libros de investigación, sobre Historia, Literatura, Arte y Arqueología, en sólo cuatro años de funcionamiento. Poco imaginaba yo, como director de la citada Institución que ya se debía de estar preparando, por algunos consejeros de la misma, y la aquiescencia del presidente de la diputación santanderina, un “golpe de estado”, contra mi persona, para como “premio” al éxito conseguido -¡cosa inaudita por injusta, anticultural y verdaderamente novedosa e inesperada entre la intelectualidad montañesa- contra la cabeza de quien dirigió la empresa con toda voluntad y trabajo para colocarla en situación privilegiada! ¡Cosas veredes! Algo más extensamente comento en mi charla de 24 de diciembre de 1975 “¡Cómo vamos de cultura!”, algo sobre este final de la Institución cultural de Cantabria.

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